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martes, 26 de abril de 2011

El próximo Messi.

Se llama Jean Marie Dongou, tiene 15 años y nació en Camerún. Como Messi en sus primeros días en Barcelona, juega para tres categorías distintas. Y hace goles en casi todos los partidos. 




En Douala, la ciudad más poblada de Camerún, como en tantos territorios rezagados de Africa, la vida no es sencilla. Lo cuentan algunos números: la mitad de la población está por debajo de la línea de la pobreza y el país ocupa el puesto 131 en la escala de Indice de Desarrollo Humano de la ONU, detrás de Kenia y de Ghana. También lo explican quienes conocen en detalle la realidad de esa geografía. En su libro "El economista camuflado", Tim Hartford retrata: "Camerún es un país con muchos problemas: burocracia, un sistema legal poco transparente, corrupción generalizada e infraestructuras inadecuadas y con mantenimiento insuficiente. Tampoco se deben olvidar los problemas sociales y de salud que existen, con el virus VIH a la cabeza. Cuenta además con una climatología adversa donde la continua humedad del territorio junto a unas condiciones insalubres en las ciudades, favorecen la aparición de diversas enfermedades, como la malaria". Allí, el fútbol -omnipresente entre carencias- cumple una función de pequeño milagro. Para la mayoría, aparece como espacio de paz en días de violencia; para unos pocos, surge como la posibilidad de mejores condiciones de vida.

Samuel Eto'o es el paradigma del crack nacido en esa tierra. Ahora goleador del Inter, este delantero irreverente suma 17 títulos en su carrera y fue elegido tres veces como el Futbolista Africano del Año (entre 2003 y 2005). Su éxito no le quitó la memoria: en 2006 creó una Fundación para apoyar a los jóvenes de su país. Lo explicó así: "El fútbol me lo ha dado todo y me veo en la obligación de corresponder a los míos. No hay nada más bonito y que me haga más feliz que compartir con los que están en apuros".

Lo quiso el destino: patrocinado por la Fundación, Jean Marie Dongou -un jovencito de 15 años, también nacido en Douala- es la sensación de las divisiones inferiores del Barcelona. Llegó a La Masía -la cuna de cracks del gigante catalán- en 2008, hace más de un gol por partido de promedio y juega para tres categorías distintas, como lo hacía Lionel Messi en sus tiempos inaugurales bajo el cielo de Cataluña.

Los entrenadores del Barcelona destacan su depurada técnica, su velocidad y un físico potente que le permite sobre todo jugar contra rivales de más edad. También señalan su enorme generosidad en cercanías del arco: ofrece el doble de asistencias a sus compañeros que los goles que marca. "Es una virtud rara de encontrar en un delantero", comenta Albert Benaiges, coordinador del Fútbol Base blaugrana y quien mejor conoce a los juveniles. Fran Sánchez, otro de los entrenadores, sostiene: "Como persona es fantástico, un gran compañero, muy querido en el vestuario. Y como jugador además de su enorme potencial goleador es muy generoso y ganador".

Cuenta Oriol Domenech, en el diario Mundo Deportivo, sobre la actualidad de Dongou: "Leo Messi aterrizó en el Camp Nou con 13 años. Destacó como cadete, pero explotó como juvenil. Y en un año, llegó a jugar hasta en tres equipos: el Juvenil B, el A y el Barça C. Un caso similar es el que ya ha protagonizado esta temporada el delantero Jean-Marie Dongou, una de las grandes perlas de la cantera. Es cadete de segundo año y en pocos meses ya ha marcado goles con el Cadete A de Francisco Javier García Pimienta, el Juvenil B de Sergi Barjuan y el Juvenil A de Oscar García. Los tres últimos en el derbi de cadetes, con exhibición del camerunés y de todo el conjunto azulgrana (0-3)".

No es sólo una racha de este año. La temporada pasada pasó algo similar. Escriben Aída Soriano y Jaume Marcet, en el sitio oficial del Barcelona: "Y es que si por algo es conocido este futbolista camerunés es por su faceta goleadora: la campaña pasada fue uno de los puntales del Cadete A en la División de Honor, donde llegó a materializar hasta 35 dianas, convirtiéndose en el segundo máximo realizador de la cantera azulgrana. Dongou sólo dejó de perforar la red contraria en cinco jornadas y tan sólo se le resistió un rival: el Nástic de Tarragona". Sus cifras de la campaña 2008/09 también asombran: llegó a marcar 58 goles en la Liga y más de 70 contando Copa Catalunya y partidos amistosos.

Como el crack rosarino, parece un futbolista de playstation o de dibujito animado: por momentos, se los gambetea a todos y luego define como si le sobrara resto. En los medios, ya lo ofrecen como heredero: lo indican como "el próximo Messi" o como "el futuro Eto'o". Pep Guardiola todavía no lo convocó a ningún partido ni a ninguna práctica. Es razonable: Dongou -el último milagro de Douala; el próximo Messi- puede esperar...

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